La Cúrcuma (Cúrcuma longais) tiene un pigmento bastante especial que se denomina curcumina, la cual es un polifeno con virtudes terapéuticas, gracias a su actividad antiinflamatoria, antioxidante, antibacteriana y digestiva. Es por eso que el consumo de CURCUMA ayuda a mantener el buen estado de salud y ejerce una acción protectora sobre el hígado y otros tejidos.